El cielo está apagado debido a que la reina de la noche se pierde y oculta entre las nubes todas turbias y oscuras, sin imaginarnos que tras ese telón todo pálido y grisáceo se encuentran millones de cuchillas disfrazadas como gotas de lluvia, sonriendo al sonar de los truenos y tan sólo esperando precipitarse en el cuerpo de muchos, para atravesar a todo individuo lleno de sólo malos y fríos pensamientos dignos de todo aquel que disfruta el oscuro del nocturno, el bullicio ensordecedor del silencio y el dolor por toda acción de bien que ha intentado con tal de escapar de su negro tormento.
Gotas de lluvia
El cielo está apagado debido a que la reina de la noche se pierde y oculta entre las nubes todas turbias y oscuras, sin imaginarnos que tras ese telón todo pálido y grisáceo se encuentran millones de cuchillas disfrazadas como gotas de lluvia, sonriendo al sonar de los truenos y tan sólo esperando precipitarse en el cuerpo de muchos, para atravesar a todo individuo lleno de sólo malos y fríos pensamientos dignos de todo aquel que disfruta el oscuro del nocturno, el bullicio ensordecedor del silencio y el dolor por toda acción de bien que ha intentado con tal de escapar de su negro tormento.
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